Gastronomía
La gastronomía bañezana reúne un sinfín de platos que pueden ser degustados en cualquiera de los numerosos restaurantes de nuestra ciudad. Las Alubias a la Bañezana y las Ancas de Rana son los platos estrella y aquellos con los que, fuera de nuestras fronteras, se identifica nuestra gastronomía.
Las “ancas de rana” se han convertido en el plato rey, en el manjar por excelencia, en el eje principal que mueve todo el engranaje culinario bañezano, colocándose en lo más alto del escalafón gastronómico por su rareza y exquisitez. Su éxito es debido a que este plato conserva todo su primitivismo, tanto en los ingredientes empleados para la elaboración de su tradicional salsa roja, a base de aceite de oliva, sal, unto, pimentón y algún que otro condimento secreto que distingue a cada restaurante, como en los recipientes en que se elabora y sirve, la típica cazuela de barro.
En cuanto a nuestras famosas y reconocidas alubias, que alcanzarán muy pronto la denominación IGP Alubia de La Bañeza-Léon, se pueden degustar a la manera tradicional saboreando unas deliciosas “Alubias a la Bañezana” o en los platos más sofisticados de cocina moderna donde demuestran que su capacidad de adaptación en la cocina es infinita.
Por lo que a nuestros dulces se refiere, las confiterías existentes en la ciudad elaboran toda una gama de deliciosas especialidades entre las que vamos a destacar las siguientes:
En Carnaval, podemos disfrutar de las “Orejas”, los “Dominós de Carnaval”, las “Rosquillas en aceite” o las “Torrijas” que tradicionalmente se consumen por estas fechas.
Justo antes de celebrarse la Semana Santa pueden adquirirse los “Bollos de San Lázaro”, el producto más antiguo de la repostería casera bañezana.
Ya en Semana Santa aparecen en los escaparates de las confiterías las “Almendras garrapiñadas y saladas” al lado de las botellas de “Limonada bañezana” hecha en un cántaro de barro, basándose en vino, azúcar, pasas, higos, limón, canela en rama y cualquier otro secreto de obrador, mezcla que se deja varios días en maceración antes de estar lista para colar y servir.
Por Los Santos aparecen los sabrosos “Buñuelos”, llenos de crema y fritos en el mejor aceite de oliva y los “Huesos de santo”.
Con la Navidad llega el “Turrón”, donde la variedad es infinita ya que cada confitero se esfuerza en personalizar sus elaboraciones.
Además de los dulces de temporada, durante todo el año podemos consumir la especialidades más conocidas fuera de nuestras tierras como son los “Imperiales”, postre exquisito donde los haya y donde la almendra marca el sabor, las “Pastas de San Blas”, las finísimas “Yemas tostadas”, los “Besitos” con sabor a coco, las “Trufas” de chocolate y miel o las “Angélicas” de chocolate y almendra enlazando con esa tradición chocolatera que siempre existió en nuestra ciudad.
Para cerrar este apartado queremos resaltar una costumbre muy antigua que aún perdura entre las familias bañezanas, esta costumbre entrañable es “la cuelga”. En los cumpleaños o santos, la familia o los amigos atan en una cinta llamativa todo tipo de bombones, caramelos y golosinas que en un momento de descuido se introduce por la cabeza del homenajeado deseándole muchas felicidades.